Las mejores formas de combinar un bolso tote de cuero para cada temporada
Compartir
No tenía pensado escribir sobre mi bolso tote de cuero, pero aquí estamos. La verdad es que simplemente pasó: vi el mismo bolso en casi todas las selfis que me tomé frente al espejo el año pasado. Ya saben, ese marrón un poco holgado con un rasguño en la esquina (café derramado, mejor no pregunten). Así que pensé... ¿quizás valga la pena hablar de ello?
En fin, no soy bloguera de moda. Uso las mismas cinco prendas rotativamente. Pero aquí les dejo cómo he estado usando y combinando mi bolso tote, temporada tras temporada. No son consejos perfectos para Pinterest. Simplemente lo que realmente me ha funcionado.

☁️ Primavera: Empieza con una chaqueta vaquera (siempre)
La primera vez que saqué mi bolso de cuero después del invierno, aún olía ligeramente a aquella panadería que visité en Praga (las baguettes son muy fuertes). Suelo combinarlo con una chaqueta vaquera, un vestido de algodón y zapatillas blancas, no porque esté de moda, sino porque suelo llegar tarde y es la combinación más fácil que me da un aspecto impecable.
A veces le ato una bufanda rara al asa. No tengo ni idea de por qué. Me da la sensación de que la primavera debería tener una bufanda, ¿sabes?
☀️ Verano: ¿Ropa más ligera, bolso más pesado?
El verano es complicado. Me cambio a todo de lino. Camisetas de tirantes frescas, esos pantalones holgados que te hacen sentir como una nube. Pero irónicamente, es entonces cuando mi bolso pesa más: gafas de sol, un libro que probablemente no leeré, el cargador del móvil, recibos al azar, una botella de agua gigante porque la deshidratación es real.
No lo combino con mis conjuntos. En verano me da igual. Pero el suave cuero marrón queda bastante natural con ropa neutra. A veces incluso me preguntan de dónde es el bolso. Les digo que es "un bolso que tengo desde siempre", lo cual no miento.
Otoño: La estación en la que mi bolso luce mejor
Si el bolso de mano tuvo su momento de gloria, fue en octubre. Quizás a finales de septiembre. Los colores combinan: naranjas quemados, verdes oscuros, botas que hacen clic al caminar demasiado rápido. Normalmente me pongo un cárdigan que huele ligeramente a la hoguera del año pasado y dejo que el bolso haga lo suyo.
Además: Empiezo a llevar más cosas de nuevo. Agenda, snacks, guantes por si acaso. Mi bolso tiene un bolsillo interior que siempre olvido hasta que pierdo las llaves por cuarta vez esa semana.
❄️ Invierno: Se convierte en escudo
El invierno es lo peor para mi espalda, no por la mochila, sino porque la empaco como si me mudara de casa. Bufanda, guantes, bálsamo labial (tres, porque siempre pierdo dos), un libro, quizá un segundo par de calcetines. Necesito estructura en la mochila para que no se mueva cuando llevo un abrigo voluminoso.
Un truco raro: envuelvo mi café en una bolsa de repuesto dentro de mi bolso de cuero, así si se derrama, no se arruina el forro. Lo aprendí a las malas.
Mira, sé que blogs como este suelen terminar con una conclusión ingeniosa sobre invertir en prendas atemporales y armarios cápsula. Pero, ¿en serio? Me gusta este bolso porque encaja en mi vida. No al revés.
¿Te interesa saber qué tipo de bolsos de cuero tenemos? Echa un vistazo: https://woyaza.com/